SAN VICENTE DE PAÚL
Nació el 24 de abril de 1518 en una pequeña casa rural en las afueras de la aldea de Pouy, a unos 5 kilómetros de Dax. De familia campesina, pronto dio muestras de su inteligencia, lo que llevó a su padre a pensar en él para una “carrera eclesiástica”. Se ordenó muy joven, con la intención de ser párroco y así poder ayudar a su familia. Esos primeros años de sacerdocio, no era desde luego un “santo”.
En 1614 entra como preceptor de los señores de Gondi. Durante un viaje por sus tierras, se da cuenta del abandono social y la ignorancia religiosa en que se encontraban los pobres. Profundamente conmovido por el sufrimiento que le rodeaba comenzó, con gran amor, de una manera sencilla, la ayuda a los necesitados. De pueblo en pueblo, el señor Vicente predica, escucha, confiesa… su ejemplo es contagioso y aparece su genio como organizador: Establece las Cofradías de la Caridad, funda la Congregación de la Misión que gana un gran prestigio, se dedican, además de la Evangelización de los Pobres a dar Ejercicios Espirituales, les piden que formen al clero y dirigen seminarios etc. En 1633, junto a Luisa de Marillac funda la Compañía de las Hijas de la Caridad.
Realiza una labor ingente y su llama de Amor ha llegado hasta nuestros días y se ha extendido por los cinco continentes. Seguimos soñando con él que un mundo nuevo y más justo es posible.
Muere el 27 de septiembre de 1660.
“Los pobres son nuestros señores y maestros, Maestros de vida y pensamiento. Junto a ellos la inteligencia se esclarece, el pensamiento se rectifica, la acción se ajusta, la vida se modela desde el interior”
Vicente de Paúl. Conferencias.